Todo empezó a las 11.45 de la mañana del lunes, cuando a la ayudande de Robin Williams le preocupó que el actor no respondiera a sus llamadas justo delante de la puerta de su habitación. Una vez logró entrar, esta encontró a Williams vestido, colgado de la puerta de uno de los armarios con un cinturón alrededor de su cuello y el otro lado del cinturón enganchado entre el armario y el marco de la puerta.
Siempre según el comunicado difundido por la policía, las muñecas de Williams presentaban varios cortes. Cerca de su cuerpo, los agentes encontraron un pequeño cuchillo de bolsillo, así como un líquido rojo que parecía ser sangre seca. Sin embargo, todavía no es seguro hasta qué punto los cortes jugaron un papel fundamental en la muerte del intérprete. Las investigaciones continúan y todavía tiene que hacerse público en análisis toxicológico realizado al cadáver. Al menos de momento, la teoría más extendida es que Williams murió a causa de asfixia, mientras que los medios destacan la depresión a la que se enfrentaba.

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