La anécdota la recoge el diario británico The Guardian en su necrológica de la actriz. Entre otros detalles, el periódico recuerda el pesar que sentía Lauren Bacall por la mediocridad del cine contemporáneo, desde la carrera al completo de Tom Cruise, pasando por las películas de La saga Crepúsculo que tenía que ir a ver al cine, obligada por los deseos de su nieta. "Me dijo que era la mejor película de vampiros que se había hecho jamás", recordaba Bacall. "Cuando terminó la película, me entraron ganas de aplastarle la cabeza con mi zapato". Para remediarlo, la actriz le regaló a su nieta en DVD una copia del Nosferatu de Murnau, un clásico del año 1922. "Eso sí que es una película de vampiros", le dijo.

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