El realizador ha reconocido que la situación era bastante tensa, pero que al final Gosling y McAdams consiguieron limar sus asperezas y lograron que su trabajo juntos fuera impecable. "Entramos en una habitación con uno de los productores, y empezaron a gritarse sin parar. Desistí. En ese momento, estaba fumando un cigarrillo. Fumaba un cigarrillo y todo el mundo salió como 'todo está bien, vamos a hacerlo'. Y después de eso todo mejoró. Ellos lo hicieron. El resto del rodaje no fue viento en popa, pero todo estuvo más calmado".
Hace unos años el propio Ryan Gosling admitió que su relación profesional con Rachel McAdams, con la que mantuvo una relación de pareja en la vida real durante 3 años, no fue todo lo cordial que hubiera deseado. "Nos inspiramos en lo peor de cada uno. Fue una experiencia extraña protagonizar una historia de amor sin llevarte bien con tu compañera. No sé qué ocurrió. Dos años más tarde la vi en Nueva York y empezamos a pensar que quizá estábamos equivocados a cerca del otro".

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